sábado, 31 de diciembre de 2016

Ceteris Paribus

Literalmente, ceteris paribus significa “todo lo demás permanenciendo igual“, y quiere decir que una predicción científica se realiza bajo el supuesto general de que no habrá ningún factor perturbador que afecte el sistema al que se refiere

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Ante la dicotomía que nos plantea el último día del año, cabe reaccionar de diversas formas. Tenemos la opción optimista, “el año que nos espera será considerablemente mejor que el que finaliza”, la opción pesimista, “cualquier tiempo pasado fue mejor”, la opción neutra, “madrecita que me quede como estoy”, y entre todas estas opciones, cabe todo tipo de pequeñas modificaciones hacia la opción más esperanzadora, o hacia la más ceniza.

Como decían los eclécticos, en el medio está la virtud. Mi ancestro colega Maimónides, aconsejaba permanecer en un tono vital más bien bajo, salvo que a uno le toquen el orgullo. Quizá sea porque fue un ilustre colega, porque nació en Córdoba, o porque un tipo que se llama Maimónides tiene pinta de ser bastante sabio, pero inicialmente me he sentido muy inclinado a aceptar su tesis, y pensar que el próximo 2017 sería bueno, si no empeorase en exceso las cosas (ceteris paribus).

El problema es que Maimónides desaconseja el sexo y el vino, y hay cosas a las que me veo incapaz de renunciar. Un 2017 sin vino, puede hacerse muy largo, y sin duda, empeoraría al 2016. Por lo tanto, y con el máximo de los respetos a mi ilustre colega, su propuesta ha sido definitivamente rechazada.

Ergo si rechazamos los postulados intermedios, solo nos quedan los extremos o las infinitas combinaciones de ambas opciones. Y me parece mucho más entretenido debatir sobre los extremos. La moderación puede ser virtuosa, pero normalmente los virtuosos no son precisamente la alegría de la huerta.

Siguiendo los esquemas hegelianos, vamos a proponer un debate basado en la elección como premisa de uno de los dos postulados extremos. Esta sería nuestra Tesis, siguiendo al maestro. La antítesis sería el extremo contrario, y la síntesis, el resultado del debate entre ambas. Hasta aquí, vamos bien. Pero surge el primer problema. ¿Qué elegimos como tesis? ¿La opción optimista o la ceniza? En otras circunstancias lo sometería a debate, pero quedan menos de doce horas en GMT +1, por lo que he de tomar una decisión ejecutiva. Optaré por la opción optimista. ¿Razones? Fundamentalmente tres: 1/Llevar la contraria 2/La inercia del espíritu navideño que me acompañará hasta que SSMM Los Reyes Magos dejen sus presentes 3/Porque puedo

TESIS:

El año 2017 será mejor que el 2016.

Como datos que apoyan tal posicionamiento, podría apelar a la extraordinaria acumulación de noticias negativas que nos ha dejado 2016. Es cierto que utilizar este argumento negativo para apoyar una tesis optimista, no parece lo más académico, e incluso podría pensarse en una pequeña trampa dialéctica, puesto que si el año 2016 ha sido malo, por qué no podría serlo el 2017. Pero lo que es incontestable, es que esos acontecimientos concretos, no van a repetirse, puesto que ya han sucedido, y por tanto, al no volver a ocurrir, ya hacen que el 2017 sea mejor que el 2016.

Como véis, me he escrito la tesis, la antítesis y la síntesis en un abrir y cerrar de ojos. Esto va tomando cuerpo.

Otra tesis casi tan sólida como la anterior, es la evolución económica. Como es bien sabido, venimos sufriendo una delicadísima situación económica que ha venido condicionando nuestra vida diaria, nuestro ánimo y nuestra mala leche. En ese sentido, defiendo que el 2017 será mucho mejor, porque es difícil que la economía sea aún peor que la del 2016, y por la gran acumulación de datos positivos macroeconómicos que hemos podido ir conociendo:

  • El número de líneas móviles ha aumentado hasta igualarse con la población mundial. O sea que hay casi tantos teléfonos móviles como ciudadanos
  • La Tasa De Nupcialidad sigue por encima de la tasa de divorcios, lo que permite aventurar que en un futuro el negocio de los abogados matrimonialistas y de familia, seguirá en alza, ya que casi 2/3 de los matrimonios acaban en divorcio
  • La posición de España en el ranking de innovación está muy por encima de la que ocupa en el ranking de corrupción, lo que quiere decir que tenemos imaginación hasta para corrompernos, o que hemos conseguido corrompernos de forma muy imaginativa, no estoy muy seguro, pero es un dato enormemente positivo, considerando que somos el país del Lazarillo de Tormes y el Buscón, y para contraponer a los pícaros, solo disponíamos de Juan De La Cierva o Rafa Nadal (A Picasso le mandamos a Francia, y a Dalí le tildamos de loco). Mejoramos.
  • Nuestro gasto de defensa per capita es de 273€, aproximadamente la mitad de lo que cuesta un Huawei decentito, lo que implica que somos un país cada vez más pacífico, o cada vez más ingenuo
  • Ocupamos la primera posición mundial en Eficiencia del Sector Sanitario, lo que seguramente quiere decir que el hecho de que una radiografía tenga una lista de espera de 2 meses, confirma la precisión diagnóstica de nuestros extraordinarios galenos, que seguramente solicitan la radiografía solo para contentar al paciente, puesto que vamos a tratarle sin verla, so pena de que nos corran a gorrazos
  • El Informe Durex, aporta también una serie de datos macroeconómicos muy positivos, en cuanto a frecuencia, satisfacción y atrezzo, que la casta línea editorial de antoniadis9 me impide comentar

Y por si todo esto fuera poco, cada año que pasa somos más sabios, siguiendo el castellano refrán “Más sabe el diablo por viejo, que por diablo”

ANTITESIS:

El año 2017 será peor que 2016

No se me ocurre por qué tenía que ser peor

SINTESIS

Ante la ausencia de datos negativos que contraponer a los contundentes hechos expresados en el capítulo TESIS, la única síntesis posible es que 2017 será mejor que 2016, salvo que algún gafe intervenga, por lo que, desde estas páginas, lanzo una convocatoria mundial de detección y neutralización de tipos cenizos, malencarados y malasombras, mediante cualquier medio legal, y algunos de ilegalidad cuestionable, con el fin de que no nos jodan el año 2017, que a todas luces tiene una pinta extraordinaria.

Y por si alguno piensa que mi optimismo es incurable (que lo es), le ruego que echen un vistazo al retrato de Hegel, que parece la antítesis del optimismo, y que aún así, aporta su método filosófico para apoyar la positividad y la esperanza.

Aunque, como se deduce de las reflexiones previas, parece innecesario, os deseo que paséis un excelente año 2017, lo que viene a decir, que no os empeñéis en ir a contracorriente, que el año 2017 está controlado…o en proceso.

¡Feliz año, pesimistas irredentos del mundo, desde el pueblo más bonito de la Sierra de Madrid!

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La Cabrera (Madrid, España)


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