miércoles, 24 de abril de 2013

La Romería del Rocío

Espartinas es un municipio español de la provincia de Sevilla, Andalucía, perteneciente a la comarca de Aljarafe. En el año 2009 contaba con 12.648 habitantes. Su extensión superficial es de 22,74 km² y tiene una densidad de 556,2 hab/km². Sus coordenadas geográficas son 37º 23' N, 6º 07' O. Se encuentra situada a una altitud de 132 metros y a 13 kilómetros de la capital de provincia, Sevilla.
Esta nueva entrada del blog comienza de forma absolutamente atípica. En primer lugar porque es inédito en la línea editorial de antoniadis9.blogspot.com la introducción de detallados datos de demografía y cartografía, tarea que se entiende circunscrita al eventual apoyo logístico que en ocasiones hay que proporcionar a las generaciones juveniles. En segundo lugar, porque es sobradamente conocida la tradicional anafilaxia que me producen todos los términos relacionados con el folklore de las tierras colocadas de Despeñaperros hacia abajo, entre los que se encuentra "Romería y Rocío"
Mis más allegados son perfectamente conocedores de que en el hipotético caso de que me pierda o que no me encuentren, que viene a resultar lo mismo, puede facilitarse la búsqueda eliminando Sevilla y sus alrededores, especialmente en épocas de Feria o en aquellos locales o áreas donde suene la primera, la segunda o cualquiera de las sevillanas que haya, que ni lo se ni me importa en absoluto. Seguro que no estaré allí, y si por un casual me ven, o no soy yo, o me han secuestrado a punta de misil.
Pues como decía el refrán, que no quieres caldo, pues toma dos tazas, y va y resulta que en la primera ocasión en  la que se me ocurre enviar una pequeña pieza "literaria" a un certamen, resulta que lo hago a uno que organiza el Ayuntamiento de Espartinas, que anda por aquellos lares.
Y eso no es lo peor. Lo peor es que van y me premian. Con el segundo premio. Y ahora me siento nítidamente culpable. Con lo que les he atizado, y ellos aún así, no se lo toman a mal, y deciden que les gusto. Ya imaginaréis lo pesaroso y frustrado que me encuentro.
Porque al menos en Espartinas sí que cabe la posibilidad de que me puedan encontrar. a ver si me voy a perder el único sitio de España donde he encontrado reconocimiento literario. Segundo, pero reconocimiento al fin y al cabo. Y podría ocurrir (Dios no lo permita) que el pueblo me guste, o aún peor que en el acto de entrega de los mismos, se les ocurra poner sevillanas de fondo musical. O una salve rociera, que yo no las distingo en absoluto.
Pero desde luego, como castigo, ha sido ejemplar. Ahora, antoniadis, vas y sigues diciendo chorradas de los sevillanos, que el premio seguirá estando ahí para martillear alegremente tus meninges al ritmo de la segunda y de la tercera, si es que hay de eso.
Un ejemplo más de cómo la vida te coloca en tu sitio por las buenas o por las malas, como si fueras el bloque difícil del tetris, ese que tiene forma de escopeta o de cañería doblada o cada uno como quiera verlo, y que nunca sabíamos si colocar al bies o al revés.
Y muy agradecido que estoy. Es muy gratificante que algo que haces tú, solo y sin ayuda, que no compartes el proceso, pero te expones con el resultado, sea apreciado o valorado por un jurado objetivo e imparcial, ya que los que te rodean casi nunca lo son, porque el cariño les nubla la capacidad de discernimiento o de agudeza crítica.
En este caso (y me creeréis dada mi antipatía por el folklore sevillano), empeño mi palabra de señorito andaluz, perdón, de caballero español de que no tengo el gusto de conocer a ninguno de los amables -presumo dada la situación- habitantes de la noble Villa de Espartinas, cuyo gentilicio es el de espartinero/a o espartal (sin la /a)
También es cierto que la evidente injusticia (por  excesiva generosidad) de la concesión del premio, podría justificarse debido a la procelosa historia de la Villa, ya que han sufrido dominio romano, musulman y de la Corona de Castilla (que coño, como todo bicho viviente, o sea que eso no va a ser)
Quizá sea más certero pensar que el sentido del humor que parece debe tener esta gente (me conceden el premio y paren a los hermanos Cadaval, los Morancos), ha podido hacerles pensar que menudo pedazo de broma hacerle ir a un iluso ciudadano madrileño a Espartinas (600 km.+/-)
Tampoco puede descartarse una influencia directa sobre el jurado por parte de terceros, pero mi madre me jura que no se ha acercado por allí últimamente, y era la principal sospechosa.
En fin, que si al final es que les ha gustado más que otros 214 (no podía dejar de decirlo), pues que es un gran honor, que estoy muy agradecido, que me ha permitido tener tema para el blog, y sobre todo, que me ha proporcionado una íntima felicidad personal, y una pequeña victoria familiar, porque los niños no han tenido más narices que leer, aunque haya sido lo que ha escrito papá.
A ellos, probablemente les suene entre extraño e indiferente; A una servidora le ayuda y mucho.