viernes, 19 de mayo de 2017

En Territorio Enemigo

Siento que me adentro en territorio enemigo cuando me ofreces tus labios.

Siento la exquisita celada que me tiendes cada vez que me miras con deseo

Vivo como caída libre cada uno de los momentos que me cedes en tu lecho

Vivo estremecido esperando al puñal que me atravesará guiado por tus manos

 

Espero a cada instante esa frase de desprecio que pronuncias sin temblores en la voz

Espero con paciencia ese gesto humillante con el que sueles obsequiarme al alba

Percibo el deterioro de mi alma con cada uno de los arrebatos que proyectas hacia mí

Percibo turbulencias en el paso de mi sangre cuando me diriges la palabra

 

Tropiezo las irregularidades del empedrado de la calle que nos contempla en la tarde

Tropiezo con la ilusión absurda de que a tu manera, a tu pesar, me quieres

Acabo con mi vida al contemplarte abrazada a cualquier desconocido en mi presencia

Acabo derrotado, humillado, alcoholizado y roto en cada una de esas muchas noches

 

Las noches que no duermo en territorio enemigo


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