Lancé los dedos hacia las teclas del piano
Precediendo multitud de sentimientos
Que oculté en un segundo plano
Reservados para mejor momento
Y cobrando vida, interpretaron
Las notas más tristes que vió un pentagrama
Los sentimientos que mi corazón quebraron
Llevando en cada corchea una parte de mi alma
En cada sonata, en cada aria, en cada canto
Formulo el secreto deseo de morir en el siguiente acorde
Por la pérdida de afinado, la anarquía del momento
Contemplando el abismo, justo desde el borde
Y sin embargo, prosigue feliz la orquesta
Abordando la sinfonía con técnica experta
Mientras muevo la batuta de tan absurda existencia
Y en cada cambio de compás, alzo los ojos, solicitando clemencia
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Lo que tu quieras