Paseaba entre las curvas de tu cuerpo, procurando dejar una huella profunda a cada paso.
Tú correspondías con la indiferencia de quién sabe que todo terminará como deba
Vaya pareja.
Cuando ya me retiraba a los cuarteles de invierno, cediste un minúsculo estremecimiento
Hice lo que correspondía, esperar activamente, deslizando mis pasos con la levedad de un espectro
Hasta escuchar lo que me pareció un sonido emitido desde el alma, desde el cuerpo, desde el deseo.
Y tú sabrás porqué, convertiste tus curvas en homenaje a los sentidos, rodeando, girando, atrapando, mordiendo.
Vaya pareja
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