miércoles, 18 de enero de 2017

Desde La Barra

Dedicado a Jose Gotzens

 

Y ella se dirigió a mí con unos términos impropios de una señorita, por lo que no tuve más remedio que apearle el tratamiento.

“Hola, ¿querías algo?”

“Pues querría una copa”

“Ah, disculpa, me has confundido con el camarero. Ahora lo llamo”

“Bueno, es que esperaba que me invitases”

“¿Y qué te hace pensar que quiero o debo invitarte?”

“Bueno, llevas más de media hora sin quitarme la vista de encima. Has sonreído cuando yo lo he hecho, has alzado tu copa en mi dirección, le has preguntado al camarero mi nombre y si había venido sola, se te han sentado dos pibones a tu lado y ni las has mirado, me has hecho dos fotos con mucho disimulo, has ido al baño en dos ocasiones dando un rodeo kilométrico para pasar cerca de mí, has tirado a propósito los abrigos de mis amigas para entablar conversación y por si fuera poco, tienes una copa a tu lado intacta, casualmente de la misma bebida que suelo tomar aquí y con la misma sombrillita que me gusta. Yo diría que quieres ligar conmigo, y por eso me he acercado a romper el hielo y pedirte esa copa. “

” Lo siento, pero no creo que esa relación de simples indicios te autoricen a romper la tranquilidad de mi barra. Te ruego me permitas seguir degustando mi copa. En caso contrario, me veré obligado a avisar a Seguridad”

 


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Lo que tu quieras