POR ÓSMOSIS
Por: Antonio Llamas Sandino
Tú en el
alto balcón de
tu silencio.
Desde ese púlpito
imaginario. Impartiendo
catequesis de vida.
Transpirando pasión y
sosiego.
Perforando diques y barreras, invadiendo las entrañas de tus
fieles, los cautivados, los abducidos, los enamorados.
Y no es por elocuencia,
ni mensajes, ni
apariencia. Pero nos transformas. Al
principio nos inundas,
luego nos convences y por último
nos cambias. Quizá por ósmosis, quizás por hipnosis, quién sabe si es
inducción.
Y cuando nos
dejas, con la
única compañía de
tus consejos, tus visiones
y tus ruegos,
lo aceptamos, con
resignación, miedo y paciencia. Desolados, pero no abandonados.
Anhelando tu visita, la próxima, ojalá la inminente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Lo que tu quieras