martes, 11 de septiembre de 2012

Síndrome post-vacacional o la manía de ponerle nombrecitos a todo


(Una miniatura a vuelapluma)

Un síndrome es una situación patológica que viene definida (maldefinida) por la presencia simultánea de diferentes síntomas, que para más cachondeo, no es necesario que se den todos a la vez, sino algunos de ellos.
Algún lector que no sea del gremio hipocrático, podría pensar que esto de los síndromes está un poco pillado por los pelos, lo que me provoca cierto grado de indignación. Un poco pillado, en absoluto. Absolutamente etéreo y subjetivo, por supuesto.
Si algún maledicente antimédico piensa que nos lo inventamos para despistar al paciente, ocultando nuestra absoluta ignorancia sobre lo que le ocurre, pues seguramente está en lo cierto.
No es importante inventarse un síndrome, puesto que el paciente tampoco se merece mucho más. Lo que es una absoluta falta de respeto es contárselo al paciente sin un mínimo de atrezzo, y sin mostrar una absoluta y total convicción en la invención.
El paciente se merece que uno le mienta pocas veces, pero con convicción, parafraseando a Rubén Bevilaqua, sargento ficticio de la benemérita ideado por Lorenzo Silva. Yo desde luego, lo hago impertérrito y con un aplomo incuestionable. Pero siempre le echo un poco de pimienta, adornándome con esquemas absolutamente inventados o al menos manifiestamente exagerados.
Básicamente es lo que han hecho ilustres psicólogos para rellenar con éxito unas paginillas o minutadas en medios de comunicación, en ausencia de mayores desgracias económicas o éxitos deportivos. Se han inventado el Síndrome Postvacacional.
Porqué digo que se lo han inventado. Fundamentalmente porque no hay nada tan claro o definido como el conjunto de síntomas que se presentan cuando uno vuelve de vacaciones. Y además se presentan todos simultáneamente. Por tanto en mi opinión, esto del Sd. Postvacacional, no existe, y en cambio deberíamos pasar a considerarlo como una clara, definida y grave enfermedad, la Enf. Postvacacional.
Ya se que en general esto no le dice mucho al profano, pero no hay color, se mire por donde se mire. Una enfermedad supone inmediatamente una elevación en la categoría de la desgracia que uno sufre. Cualquier individuo puede presentar un síndrome, pero una enfermedad…eso es otra cosa.
Cuales son los síntomas más relevantes de la E.P.V.:
1. Mala leche diurna y nocturna, sin razón aparente (90%)
2. Somnolencia a todas horas del día (80%)
3. Cuadros catarrales por falta de resignación climática (40%
4. Aumento del consumo de bebidas estimulantes (café, té, Red Bull) (40%
5. Voluntad de desplazamiento conyugal (Mandar al contrario/a a tomar vientos) 100%
6. Incremento de visitas a rumbo.es para preparar una escapada que luego nunca se produce (30%)

Y el tratamiento. Ahí tenemos malas noticias. No está indicado el tratamiento quirúrgico, porque no sabemos de qué operar. La dieta no funciona para estos asuntos, y las pastillas, tres cuartas de lo mismo, a excepción del omeprazol, que al menos te calma el ardor de estómago. Si , no tendrá nada que ver, pero como el ardor de estómago eleva la mala leche, pues algo hace.
La buena noticia es que tiene un curso autolimitado, de unos 11 meses de duración. Con altibajos, más bajos que altos. Un valle alrededor de navidad y semana santa, y el resto, bien jodidos.
Si luego lo analizas con cierta objetividad, la verdad es que no es para tanto. Total, yo no he hecho gran cosa en vacaciones. Me dicen que me ha debido picar la mosca tse-tse, porque he pasado de dormir 5 horas a dormir 15, siesta de 3 horas incluida. Pero no he hecho nada diferente. Quizás los desayunos de buffet, el café en la playita repasando grandes obras de todos los tiempos (Tiempo de marca, tiempo de as,…) Forzando un poco, las 2 horitas en remojo matutinas mas chapuzón piscinal. Las tardecitas playeras y sus puestas de sol, sus excursiones, los juegos con los niños. Como veis, tampoco es para tanto. Ah, los copazos nocturnos en la terraza con música y un libraco de 2.000 páginas de Raymond Chandler. No se, probablemente no sea para tanto. Pero tengo el síntoma nº1 a todas horas, y con el omeprazol no se me acaba de pasar. Y me quedan once meses

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